Esta receta está enlazada a la fiesta de enlaces "Galletas" del blog Personalización de blogs.
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Perdón, perdón, perdón. Ya sé que tenía que publicar un poco más a menudo pero seguro que me entenderéis cuando os diga que la semana pasada han sido las fiestas de Oviedo y que la gaita y los mojitos me han tenido muy ocupada. Y seguro que también me entenderéis cuando os cuente que el sábado he tenido una boda en Galicia (haré un post especial). Y si ya termino diciendo que el lunes me he incorporado a mi nuevo cole pues entonces creo que ya tengo excusas suficientes para tardar algo más de una semana en dejarme ver.
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Perdón, perdón, perdón. Ya sé que tenía que publicar un poco más a menudo pero seguro que me entenderéis cuando os diga que la semana pasada han sido las fiestas de Oviedo y que la gaita y los mojitos me han tenido muy ocupada. Y seguro que también me entenderéis cuando os cuente que el sábado he tenido una boda en Galicia (haré un post especial). Y si ya termino diciendo que el lunes me he incorporado a mi nuevo cole pues entonces creo que ya tengo excusas suficientes para tardar algo más de una semana en dejarme ver.
Pero hoy vengo con un montón de cosas:
1º. Una receta de galletas sacada del libro de Peggy Porschen del que hable en la anterior publicación.
2º. Una cosa maravillosa que me ha llegado ayer.
3º. Un recordatorio de algo importantísimo en el mundo reposteroblogeril .
Voy a empezar por la receta.
Como os decía, la saque del libro de Peggy Porschen y la
verdad es que resulta una receta muy sencilla y con un sabor delicioso.
Además los ingredientes están al alcance de todo el mundo:
-
200g de mantequilla a temperatura ambiente.
-
200g de azúcar glas.
-
1 huevo ligeramente batido.
-
350g de harina (400g si no las queremos con cacao)
-
50g de cacao en polvo
-
Unas gotitas de esencia de almendra.
Mezclamos la mantequilla con el azúcar, el cacao y la
esencia de almendra (con dos o tres gotitas basta) y lo mezclamos bien, a
continuación añadimos el huevo y lo
amasamos hasta que esté bien mezclado. Ahora añadimos la harina suavemente, si
lo hacéis con amasadora eléctrica es mejor ponerlo a baja velocidad. YO tamizo
la harina y el azúcar, de esta manera desaparecen los pegotes y es mucho más
fácil conseguir una masa homogénea.
Una vez que todos los ingredientes estén integrados, la masa
tendrá un aspecto “migoso”. Ahora solo tenemos que formar una bola, envolverla
en film y dejarla reposar en la nevera 1 hora.
Una vez pasado este tiempo extendemos la masa con un rodillo,
nos será de ayuda ponerla entre dos hojas de papel de horno. La masa debe tener
un grosor de unos 4 mm. Una vez extendida podemos cortarla con las formas que
más nos gusten.
Colocamos nuestras futuras galletas en una bandeja de horno
(precalentado a 180ºC) y las metemos a cocer durante 6 – 10 minutos, dependiendo
del tamaño de la galleta. Es muy importante que en cada hornada todas las
galletas sean de un tamaño parecido para que el horneado sea uniforme.
Cuando las saquemos del horno es probable que estén un poco
blanditas pero se endurecerán al enfriar. Para enfriarlas debemos colocarlas en
una rejilla metálica.
Una vez que tenemos nuestras galletas horneadas y frías
podemos pasar a decorarlas.
Para esta ocasión me he decantado por el fondant. Yo utilizo
el blanco de Funcakes comprado en la tienda online de María Lunarillos. Y lo
tiño del color que me apetezca, en esta ocasión me he decantado por tonos rosa.
Para hacer estas decoraciones solo hay que extender el
fondant, aplicar la lamina texturizadora y cortar utilizando el mismo cortador
que para las galletas. Para que el fondant se pegue he aplicado dulce de leche
sobre la galleta con un pincel. Luego le he puesto unas aplicaciones también en
fondant de flores y mariposas hechos con cortadores y moldes de silicona.
También he hecho otro modelo más sencillo pero que creo que
queda muy elegante. En las galletas redondas he colocado directamente una flor
con dos hojitas. A mí se me parece a un nenúfar flotando en un estanque.
Y una última idea que podéis utilizar para un regalo. En vez
del típico “Díselo con flores” podemos recurrir al “Díselo con galletas”.
Podemos elaborar el mensaje que queramos. Luego solo nos quedaría colocarlo en
una caja/envoltorio chulo y listo; este tema lo trataremos otro día.
También puede ocurrir que os apetezcan las galletas y que no
tengáis tiempo (o mano) para decorarlas. A mí se me quedaron unas cuantas sin
decorar y me di el capricho de montarme un sándwich de galleta y Nutella® y de
dulce de leche, mmmmmmm, sencillamente delicioso y muy, pero que muy peligroso,
podría comerme una kilo entero de galletas con Nutella y dulce de leche.
Hasta aquí la receta de hoy. Para conservar las galletas
debéis meterlas en un bote hermético y se mantendrán crujientes por unos cuantos
días, estás las hice hace 10 días y las últimas nos las comimos anteayer y todavía
estaban ricas.
Ahora os voy a enseñar la libretita de Peggy Porschen que me
llegó ayer. ¿No es una preciosidad? Lo que pasa que luego me dará pena
utilizarla, ay!
Y al hilo de la libreta os cuento el tercer punto del orden
del día. El libro de Alma Obregón de Objetivo: cupcake perfecto. No lo pude
evitar, fue algo superior a mis fuerzas y nada más que lo anunció en su blog me
fui derechita a Amazon y me lo compré. Todavía no lo tengo porque hasta el 10
de octubre no sale a la venta pero en cuanto caiga en mis manos os prometo una
entrada exclusiva para él. Y el caso es que al comprarme el libro volví a ver
la libreta que llevaba tiempo en mi Lista de deseos, así que pedí las dos cosas
y ya de paso me ahorraba los gastos de envío.
Pues ahora sí que me despido.
Hasta la próxima.