¡Hola!
Salvados los problema técnicos procedo a la prometida
publicación carnavalera.
En Asturias al carnaval lo llamamos Antroxu y durante estos
días hay varios platos estrella que no se pueden dejar de probar: el pote, los
frisuelos y les casadielles.
En el reparto de tareas familiar me adjudicaron les
casadielles. Gran reto. Nunca en mi vida las había hecho. Eso sí, había visto a
mi abuela y mi madre hacerlas cientos de veces así que ya tenía parte del
camino andado.
De los frisuelos me voy a librar de por vida después de la avería
que monté en la mano hace unos años. Como ya sabéis, estoy muy vinculada con el
mundo folclórico asturiano y uno de los grupos al que pertenezco se encargó
durante unos años de los frisuelos que se repartían después del desfile de
disfraces.
Yo, muy decidida, me propuse aprender a hacerlos así que sartén en mano
me puse a ello con mi madre de supervisora. En casa sin problema. Martes de
Carnaval, 10:00h, polideportivo de Llanera; observo la ubicación de las cocinas
y del aceite, digo: “esto aquí está un poco apretado, se va a quemar alguien”.
Cojo la sartén, echo el aceite y cuando me doy la vuelta para sacar el aceite
sobrante, con todo el miedo de quemar a alguien, me tiro toooooodo el aceite
caliente por la mano (en realidad era solo una cucharada pero parecía que se me
hubiese caído una cuba entera). Meto la mano en agua fría, soplo, resoplo, la
vuelvo a meter en agua…así hasta que decido ir a la farmacia a por una pomada;
salgo a la luz del día y … oh,oh, mejor al médico de guardia. Resultado: mano
vendada y dos semanas de curas diarias en el ambulatorio. Pero eso sí, volví a
la fiesta y con mano vendada y todo decidí que mejor me dedicaba a revolver el
chocolate, jejeje.
Esta vez probé suerte con otro postre típico de estas fechas.
Triunfo total (la suerte del principiante).
La receta es del libro de cocina de la gran María Luisa,
esta mujer sí que ha quitado hambre en España, jajaja.
Lo malo de las recetas de estos libros son las medidas de
los ingredientes.
PARA LA MASA:
Media taza de aceite.
Una taza de vino blanco.
100gr de mantequilla.
Una yema de huevo.
Una pizca de sal.
La harina de trigo que admita.
Dos cucharadas de levadurina ROYAL.
PARA EL RELLENO:
Una taza de nuez molida.
Media taza de azúcar.
Una copa de anís.
Media copa de agua.
Por si os sirve de ayuda, la taza que yo utilicé era de 300
ml y de harina necesite aproximadamente medio kilo.
Para hacer la masa empezamos mezclando el aceite, el vino y
la levadura. Luego añadimos la mantequilla muy blanda, casi derretida, y lo mezclamos
todo bien hasta que quede cremoso. A continuación echamos la yema y lo volvemos
a mezclar todo. Ahora nos queda ir añadiendo poco a poco la harina hasta que la
masa se deje de pegar a los dedos y sea
suave y manejable.
Enharinamos una superficie de trabajo y un rodillo y
extendemos la masa haciendo unos cuantos dobleces similares a los del hojaldre.
Dejamos la masa reposar unas dos horas en un sitio fresco y tapada con un paño.
Mientras tanto, podemos aprovechar para preparar el relleno.
Yo utilizo nuez y almendra pero lo más frecuente es usar solo nuez. Se muele a
gusto del consumidor, hay a quien le gusta encontrarse trozos grandes de nuez y
otros que prefieren casi harina. Lo mezclamos con el azúcar y luego añadimos
poco a poco el anís y el agua hasta que la mezcla esté pastosa pero sin llegar
a estar aguada.
Una vez que la masa ha reposado vamos cortando porciones y
estirándolas con el rodillo para hasta que quede una lámina fina que cortaremos
en rectángulos, más o menos del tamaño de las láminas para canelones.
Ponemos un poco del relleno en cada trozo y envolvemos. Para
que no se desarme al freírlas, lo mejor es aplastar los extremos con un
tenedor, como las empanadillas.
Cuando tenemos todas las casadiellas montadas tenemos que freírlas.
Echamos aceite de oliva suave en una sartén y lo ponemos a fuego medio. Vamos metiéndolas
en el aceite y dejando que se doren por los dos lados. Una vez fritas las
colocamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y las
espolvoreamos con azúcar.
Hasta aquí he sido buena y he seguido las instrucciones del
libro y de mi madre pero… he tenido suerte y se me ha acabado la nuez antes que
la masa ¡Bien! Ahora es cuando toca experimentar.
Al final me decido por hacer unas cuantas rellenas de
manzana. Preparé un relleno de manzana golden picada en trocitos, una
cucharadita de nuez y almendra, anís, azúcar y canela; así, a ojo y a nariz,
que tampoco es plan a apeste a anís, jejeje. Para freírlas añadí unas cortezas
de limón al aceite para aromatizarlo. ¿El resultado? A mí me gustan más así que
solo con nuez porque se quedan más jugosas. Mi madre, a veces las hace rellenas
de dulce de manzana y también están riquísimas.
Y hoy os quiero enseñar unas tazas muy especiales, aunque no
son mías; fueron un regalo de boda que le hicieron a mi madre en el año 82. Son
de la fábrica de loza de San Claudio.
Esta fábrica alcanzo muchísima fama pero
lamentablemente cerró sus puertas en el año 2009, justo cuando yo empezaba a
preparar mi boda. Creo que todas la novias anteriores a ese año han recibido
algún regalo de loza de San Claudio, yo me quedé con las ganas.
Y hablando de bodas, hace dos añitos ya que nos casamos. El
tiempo de aquel día no tenía nada que ver con el que tenemos esta semana, lucía
un sol radiante e incluso hacía calor.
Una semana después, aprovechamos para hacer un reportaje
post boda, escogimos el martes de carnaval que para nosotros era festivo y aquí
os dejo una página de nuestro álbum.
¿Qué será lo próximo que os cuente? ¿Alguna propuesta?
Hasta la próxima.
Besinosssssssssssssssssssssss
Lo mio son los frixuelos. Me enseñó tia maruja, la de Luarca mediante la siguiente explicación: ¡ay nena!. Los frixuelos se hacen haciendolos. Y me puse a ello. Un besín. Fe
ResponderEliminarYo puseme a ello y quemé la mano. Fin de la clase. Ahora hago casadielles, jejeje
Eliminareres una artistaza si señor :).jonathan
ResponderEliminarMmmm que ricas les casadielles!!!!
ResponderEliminarEn mi casa los frisuelos y les casadielles las hace mi padre igual que las hacía mi abuela.. ahora la pobre no está pa meterse en esos embolaos..
Feliz Aniversario también!!!
Mi petición es que hagas alguna receta con ese libro de nubes que tienes!!!
Un besito!!
Raquel.
Nunca he probado este postre y me parece delicioso así que me llevo la receta. Las tazas que te regaló tu madre son preciosas y anda que no estabais guapos en la boda, felicidades.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Las tazas no son mías :( Siguen siendo de mi madre, jejeje.
EliminarBesinossssssssss
¡Cuanto me alegro de que hayas publicado la receta de casadielles ya que los probé por primera vez hace unos meses en Asturias y me quedé flipada con lo buenos que estaban!
ResponderEliminarUn beso
Yaiza ¡Qué cosa tan dulce!
Pues ahora prueba a hacerlas que son muuy sencillas.
EliminarBesinosssssssss
Te quedaron estupendos, creo que pasaste el examen con nota ¿ nooo?? Qué ricos.
ResponderEliminarCuando contaste lo de tu quemadura en la mano reviví la mía. El año pasado mi mano ardió literalmente y estuve al borde de un injerto...4 meses de vendaje y dolorosas curas. Menos mal que ya no tengo apenas secuelas...Ay!!!
Estupenda Seila Quirós (¡¡¡cuánto cariño tengo a este apellido tan nuestro!!!): Lo primero decirte que estabas preciosa el día de tu boda, alegre y feliz. Te deseo la misma LUZ para el resto de la vida. Supe de tu blog por Tamara y Mª Jesús, me presta mucho tu manera desenfadada de explicar las recetas y me alegra un montón que tengas mi misma afición( se ve que lo tienes en los genes, en la familia Vicente, sobre todo las mujeres, tenemos fama de llambionas) Y doy por hecho que por parte materna también tienes una materia prima de categoría de honor. Aunque no nos vemos casi nada, os tengo un cariño especial y me gustaría que las cosas fuesen de otro modo para poder estar más cerca y charlar largo y tendido. Por lo menos virtualmente a ti te seguiré los pasos. Sigo leyendo ricuras primina y te mando muchísimos besinos y deseos de que triunfes.
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